domingo, 27 de noviembre de 2011

Día 2 (Miércoles) Mumbai o lo que es lo mismo Bombay

Antes de empezar tengo que agradecer a mi hija Delia su colaboración para hacer que de este Blog un Blog con clase. Parece otra cosa. Ahora tengo que mantenerlo así de bonito. Tendré que volver a pedirle ayuda para que las fotos que pongo estén en su sitio y con el tamaño adecuado. Es un lío para mi. ¡A ver si aprendo rápido a manejarme yo solita!


La visita de Mumbai fue una pincelada ya que en poco más de una mañana no se puede conocer una ciudad de esta magnitud (15 millones de habitantes). Subidos a nuestro pequeño autobús (más bien furgoneta) nos dimos una vuelta por los barrios históricos donde pudimos ver la influencia de los británicos en los edificios.

   


A continuación recorrimos el paseo marítimo "Marine Drive".

Luego nos acercamos a "Malabar Hill" donde paseamos por sus Jardines Colgantes que se hicieron sobre unos depósitos de agua que abastecían la ciudad. Estaba repleto de libélulas rojas que revoloteaban por todas partes. Se podían ver también buitres volando en círculo por encima de nosotros ya que al lado se encuentran las "Torres del Silencio" que son torres donde los Parsis colocan a sus muertos para servir de alimentos a las aves y completar así el ciclo de la vida. Pero todo queda oculto trás unos árboles.


Después paramos a ver los lavaderos donde los hombres lavan enormes cantidades de ropa que clasifican por su color o tipo que luego tienden formando así mosaicos de diferentes colores. Era muy curioso observar ese laberinto de cubículos y ropa tendida y yo me pregunto como pueden saber que ropa es de quién para luego devolversela. ¡Qué organización!





Nuestro siguiente paso ha sido visitar una casa dedicada a la Memoria de Ghandi. En el camino hemos podido ver mercados de frutas y verduras por las calles (cada puesto con su género muy bien colocado), los variados vehículos que utilizan los indios para desplazarse (bicis, motos, coches pequeños, furgonetas mini, autobuses, camiones, etc...), y las vacas que se pueden ver en cualquier sitio en plena libertad.



En el memorial se pueden ver muchas fotos de las distintas etapas de la vida de Ghandi, así como distintos objetos que utilizó.


La siguiente parada fue la puerta de la India que se construyó para recibir a George V en 1911 y que fue también por donde salió el último británico trás la independiencia. También se ve al lado el Hotel Taj Mahal. El bullicio de gente era tremendo y, al ser un lugar de visita para los propios indios, algunos visitantes del interior se asombraban al ver occidentales y nos pedían hacerse fotos con nosotros o nos las hacían a escondidas. Fue muy divertido ver como eres el centro de las miradas y te ven como una cosa rara (¡con lo normales que somos!).



 Al despedirnos de esta ciudad pudimos ver una Mesquita en el mar comunicada por una carretera a tierra firme y según nos alejábamos del centro aparecieron los primeros Tuctucs,  esa forma tan característica de transporte que no deja de sorprenderme pero debo reconocer que es muy útil en el cahótico transporte que caracteriza la India.



Lo que peor me sentó de este día fue que nos llevaron al aeropuerto con 5 horas de antelación en lugar de haber aprovechado el tiempo para ver más cosas o simplemente pasear con más tranquilidad por donde habíamos estado. Creo que Mumbai da para mucho más y me quede con ganas. La próxima vez que venga a la India será una parada obligada, ja ja...


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