miércoles, 29 de febrero de 2012

Miércoles 29 de Febrero de 2012: De Paihia a Auckland


Hoy ya he viajado hacia mi último destino en Nueva Zelanda: Auckland. Y debo decir que el cansancio empieza a hacer mella, porque he dormido prácticamente las 4 horas que dura el viaje. Al llegar me he informado de como llegar a mi hostel, pero como pasa siempre en las ciudades más grandes, no es tan fácil orientarte y al preguntar me mandaron al otro albergue de la misma cadena, que no está muy lejos, pero con la maleta y cuesta arriba se me ha hecho eterno. Y puedo asegurar que la pendiente es notable. Pero bueno, llegué, y esta vez me ha tocado una habitación doble (solo dos, ¡increíble!). Dejé las cosas y fui a pasear por los muelles. ¡Vaya barquitos que se gastan por aquí! La pena es que la pierna (rodilla) y el pie no paran de dar la lata y me canso mucho andando. Volví en bus al albergue. Cené y al poco rato apareció mi compañera de cuarto que es una joven japonesa que quiere estudiar aquí y está buscando donde matricularse. Por lo que he podido entender, también está huyendo de su país porque dice que no es seguro para la salud después del terremoto.

Del tiempo os diré que cuando llegué estaba lloviznando, pero por la tarde ha aguantado sin llover. Mañana también están previstas lluvias, está visto que aquí llueve mucho. Mientras me deje visitar algunas cosas...

Bueno, pues con esto os dejo.

Besos a todos

Rosa


Martes 28 de Febrero de 2012: El gran salto en Paihia


Martes 28 de febrero de 2012: un día para recordar



¡Hola a todos!

¡Lo he hecho! Al final me he decidido, y he dado el salto. Si, literalmente. He saltado en paracaídas. Ha sido genial. Me ha tocado con un chico jóven muy majo (porque no voy sola, por supuesto). El día amaneció espléndido y lo primero que hice fue la colada y después, pensando que era uno de mis últimos días en Nueva Zelanda (quitando Auckland) y que no tenía nada previsto, me decidí y fui a preguntar. Salía un vuelo con otro chico de Malasia al cuarto de hora y podía unirme. No me lo pensé mucho. Era mi oportunidad. El chico de unos 30 años parecía un poco nervioso, pero yo no. Como es algo que siempre he deseado hacer pero nunca imaginé que se cumpliría me apatecía mucho. Vas descalzo y sin nada que moleste. Te llevan a un aeropuerto pequeñito a un cuarto de hora del lugar. Luego subes a una avioneta que no parece que pueda volar, pero al final si que puede. Antes de subir te ponen unos arneses por las piernas y los brazos. En la avioneta no hay nada, ni siquiera asientos. Está el piloto (muy jóven) y los 4 que vamos a volar: El chico malasio y yo y los dos chicos que saben saltar en paracaídas y nos llevan sujetos. El otro chico ha pedido fotos y vídeos de recuerdo y su saltador lleva acoplado unas mini cámaras en la muñeca para ir grabando y fotografiando. Yo no he querido pagar unos 70 euros de más por las fotos, que ya me parece bastante 200 euros. Pero Eujin, que así se llama el chico malasio ha insistido para que yo salga también en las fotos y alomejor me manda alguna. Él vino acompañado de una tía suya que vive en Auckland, pero que tiene miedo a las alturas y no se ha atrevido. Me miraba con admiración y se maravillaba de que viajara sola. Bueno, volvamos al grano. Empezamos a subir y subir dando vueltas y buscando los claros porque se estaba nublando bastante (para variar). Pero el paisaje de la costa recortada y el mar a veces verde y otras azul es precioso. Subimos a unos 4000 metros de altitud y llegó el momento más excitante. Yo estaba sentada entre las piernas de mi acompañante en el suelo de la avioneta, de espaldas al piloto, sin sitio para movernos(ha sido la primera vez que he despegado mirando hacia atrás). Con su mano abrió la puerta de la avioneta que con el viento se levantó de golpe. Luego él apoyó su pierna izquierda en una especie de escalón plataforma, yo puse mis dos piernas al lado, y él puso su pierna derecha para finalizar. Nos aupamos un poco para sacar el culo de la avioneta y sin pensarlo más, saltamos al vacío. ¡Wuau! Lo primero son 30 o 40 segundos de caída libre y hay que poner las piernas hacia atrás, pero lo ves todo bien y te enteras.(Te ponen unas gafas de plástico para ver mejor). El paisaje es ideal. Al cabo de un rato tira de la anilla y se abre el paracaídas y entonces es como si te pararas en medio del cielo, flotando. ¡Genial! Y luego es como si volaras. Te vas deslizando poco a poco y vas dando vueltas (eso lo hace el que dirige el paracaídas). Puedes ver el paisaje y además el aterrizaje es en la playa, asi que ves también el mar en todo momento. Cuando ya vamos a aterrizar tengo que levantar las piernas para que ponga él las suyas primero y luego yo y ha sido super fácil y muy suave. Dan, que así se llama mi acompañante, es todo un experto y me ha hecho sentir muy segura. Me lo he pasado muy bien y estaría dispuesta a repetirlo si no fuera tan caro. Espero tener la oportunidad. El descenso en paracaídas debe de haber durado entre 5 y 10 minutos, no sé seguro, pero se me ha hecho muy corto.

Ahora tengo que recoger todo porque mañana me voy a Auckland.

Besos a todos

Rosa


Lunes 27 de Febrero de 2012: Cap Reinga


Hola a todos

Hoy ha sido un día de mucho autobús. A las 7h me pasaron a buscar y empezó un viaje a lo largo del brazo más al norte de la isla del norte. Se trata de un lugar sagrado para los maoríes porque creen que desde allí se escapan los espíritus hacia el más allá. El día para variar amaneció con bastantes nubes y según íbamos andando nos metíamos más y más dentro. Se puso a llover. Pero lo más alucinante es que el autobús no hizo el recorrido hacia el norte por carretera si no por la playa que es larguísima (unos 90 kilómetros) y preciosa, toda de arena fina. Los coches también van por allí aunque todavía no se veían muchos. Supongo que eso se hace con la marea baja, aunque el autobús se mojaba bien los bajos porque realmente estábamos rodando por el mar. Estaba lleno de gaviotas que echaban a volar cuando nos acercábamos. Paramos un rato a mojarnos los pies y hacernos fotos y luego otro rato de autobús hasta que llegamos a unas dunas donde la gente se desliza con tablas de surf de polietileno (anchas y ligeritas). Hay que subir con la tabla hasta arriba de la duna y luego pones la panza sobre la tabla, levantas la parte de delante con las manos y pones los pies en el suelo a modo de freno. ¡Y allá que vamos! Cogí tanta velocidad que creí que no iba a poder frenar antes de llegar al ríachuelo y que me iba a mojar. Pero conseguí parar justo 2 metros antes. ¡OUF! Fue divertido.

Fuimos después a la punta más al Norte donde hay un faro y que se llama Cap Reinga y se ve el sitio donde se juntan el mar de Tasmania y el Pacífico. Allí se ven olas que, en lugar de ir hacia la playa, forman una especie de frontera entre los dos mares. El sitio es muy bonito y tuvimos suerte en ese momento porque no llovió.

Al regresar paramos en una especie de tienda museo donde tienen artesanía de la madera que hacen con un árbol típico de aquí que se llama Kauri y que puede tener más de 4000 años de antigüedad. Había un tronco tan grande en el centro de la tienda que han hecho dentro las escaleras para subir al primer piso. Como en los cuentos de niños.

Después fuimos a un bosque donde hay precisamente este tipo de árboles y dimos un pequeño paseo y luego a casa (hotel). Como digo ha estado bien pero hemos estado 11 horas de excursión y muy pocas fueras del autobús. El chófer iba amenizando la ruta con historias, datos y alguna que otra canción maorí.

A mi compañero de habitación de ayer solo le vi unos segundos porque luego vino cuando estaba dormida y yo me fui antes de que se levantara. Es muy grande y fuerte, pero poco comunicativo, aunque lo que habla lo dice tan deprisa que me cuesta entenderle. (luego he sabido que era irlandés). También puedo decir que emite unos ronquidos acordes con su tamaño.

Acaba de llegar una alemana muy simpática y jovencita que lleva poco tiempo aquí y busca algo de información. Muy agradable. Mañana va a hacer la misma excursión que yo.

Nada más

Besos

Rosa


domingo, 26 de febrero de 2012

Domingo 26 de Febrero de 2012: De Whitianga a Pahia (pasando por Auckland

Hola

Hoy ha sido un día de viaje y he aprovechado para escribir las entradas del blog de estos últimos días.

Ahora voy a cenar y después seguiré contando.

Ya estoy de vuelta. Este sitio es bastante pequeño y todavía no he hablado con nadie de aquí. Está al principio del brazo que va más al norte de la isla norte. Los paisajes en todo el camino han sido muy bonitos.

Mañana tengo excursión y tengo que madrugar. Pasado creo que podré conectarme por la mañana o sea lunes por la tarde noche para vosotros. Espero poder hablar un ratito.

Besos a todos

Rosa

Sábado 25 de Febrero de 2012: Whitianga


¡Hola!



Hoy el día ha empezado con una excursión que he cogido igual que mis dos compañeras de habitación. Es un paseo en barco (más bien lancha motora) por la costa de la península de Coromandel y hemos podido ver muchas formaciones de acantilados de tipo volcánico y unas cuevas. Hemos entrado en una de ellas y dentro se abría el cielo y entraba luz. Muy bonito. Y también hemos podido hacer un poco de snorkeling (ver con gafas los peces que se encuentan en ese lugar), pero no había demasiada variedad. El tiempo sigue sin estar bien del todo, pero no ha llovido, aunque ha habido bastante viento. Luego hemos ido Carine (vive en Canadá aunque de nacimiento es Belga, y es más o menos de mi edad) y yo a ver si encontrábamos a más gente para compartir el coste del shuttle para ir a la playa de aguas calientes que es bastante caro. La otra compañera, Hanna (alemana y muy jovencita) se ha quedado para hacer una marcha. Fuimos a sitio de información y preguntamos por si alguien estaba interesado. Ya estábamos decididas a pagarlo entre las dos cuando apareció un chinito llamado Bryan que también estaba interesado. Lo hicimos entre los tres. Antes de ir tuvimos tiempo de comer algo y hablando hablando, averiguamos que Bryan estaba en nuestro mismo albergue y no solo eso sino que era el cuarto ocupante de la habitación que compartíamos Hanna, Carine y yo. Fue muy gracioso.

Fuimos a la playa y la verdad es que fue muy curioso porque la gente alquila palas (nosotros también) para cavar en la arena cerca de un sitio donde sale agua a temperatura muy alta. Hay que tener cuidado porque quema y todo, es increíble. Hay que mezclarla con el agua del mar para obtener la temperatura adecuada. Cada uno hace su propia piscinita y se unen mediante canalitos que dejan pasar agua caliente lo justo para mantener la temperatura. Ha sido muy original, nadie espera que haya una fuente de agua super caliente en la misma playa.

Nos lo pasamos bien y luego dimos un paseo a lo alto de un acantilado y tuvimos unas vistas espectaculares. Los tres hicimos buenas migas porque compartimos la misma idea de que es bueno relacionarse y conocer gente de otros lugares. Bryan estaba muy interesado por saber cosas de España. De hecho debe de saber algo de español (sobre todo escrito) y está planeando un viaje para el año que viene. Hemos intercambiado emails por si al final viene. Carine es profesora como yo, pero ella enseña braille y habilidades a los niños ciegos.

Cuando regresamos hicimos algo de compra, nos duchamos y decidimos salir a cenar los tres juntos a un bar que había localizado Carine la víspera y donde sirven los mejillones verdes y gigantes típicos de esta zona, y además, después del partido de rugby hay música en directo. Nos lo pasamos muy bien y coincidimos el hijo de nuestros compañeros de albergue de la víspera (estaban él y su padre, pero su padre ya tenía que regresar a Suiza de donde procedían, y el hijo se quedaba unos días con un amigo). Luego volvimos andando despacio y mirando las estrellas, que se veían bastante bien, sobre todo la vía láctea, pero fuimos incapaces de encontrar la cruz del sur, aunque preguntamos a unos que tenían una aplicación en su ipad para localizar estrellas y constelaciones.

Lo intentaré otro día.

Besos a todos

Rosa










Viernes 24: de Rotorua a Whitianga


Hola

Este día ha estado prácticamente dedicado a viajar. Primero desde el albergue de Rotorua tuve que ir a la estación de autobuses. Por suerte había dejado de llover. Cogí el bus a Auckland y allí tuve que hacer trasbordo a otro que me llevó a Thames que está donde empieza la península de Coromandel. Otraa vez a cambiar a otro autobús más pequeño que me acercó a Whitianga donde estaba el YHA frente al mar. Este último tramo tenía muchas curvas y el autobús casi no podía con las cuestas pero el paisaje era precioso. Había unos helechos tan grandes que parecían palmeras. Y todo muy verde.

Me acomodé un poco, reservé para un crucero por la costa para el día siguiente y fui a comprar algo para cenar y desayunar. Estuve preguntando por como se podía ir a la playa de aguas calientes, pero no parecía haber buenas combinaciones. Solo se podía contratar un minibús pero había que pagar por 5 plazas, fuéramos los que fuéramos, y de momento estaba yo sola. El albergue quedaba un poco alejado del centro del pueblo y regresé y estaba tan cansada que ya no pensaba salir más. Cené un poco y nos juntamos en la cocina las tres que compartimos habitación y además un padre y su hijo, suizos, que dormían en la habitación de al lado. Tuvimos una charla muy agradable. El padre ya se despedía de sus vacaciones y regresaba a trabajar al día siguiente. Y el hijo se quedaba con unos amigos. Cuando anocheció me acordé de ir a ver las estrellas y salí con una de mis compañeras de habitación, Carine que es poco más o menos de mi edad, y a la que le entusiasmó la idea. La verdad es que estuvo muy muy. Hacía un poco de frío, pero con el ruido de las olas del mar se estaba estupendamente. Había alguna nube que otra, pero pasamos un buen rato. Se veía perfectamente a Orion y a la Vía Láctea, pero no supimos distinguir si se veía la Cruz del Sur.

Después nos fuimos a dormir.










Jueves 23 de Febrero: Rotorua


¡Hola!

Este día en Roturua sigue lloviendo y bastante. Tengo un tour para visitar una zona termal donde hay un geiser al que ponen algo parecido a jabón para que salga el agua. Cuando iba a ocurrir se puso a llover tan fuerte que no se oía nada de las explicaciones que iban dando. Luego dimos un paseo por un recorrido entre charcos burbujeantes de colores muy bonitos y diferentes. Alguno marrones y otros del naranja muy potente al verde limón. Fue bonito a pesar de la lluvia, pero acabé calada hasta los huesos. Después regresé al albergue y comí un poco. Enseguida vinieron a buscarme para otra excursión a otra zona termal donde además te tomas un baño de barro en aguas calientes y luego en la piscina SPA de aguas calientes tomadas de la zona. No importó mucho que estuviera lloviendo a mares. De regreso al hotel me cambié y, como había dejado de llover (casualmente después de terminar todas mis actividades programadas) salí a dar un paseo por el pueblo y la verdad es que es muy bonito. Sus jardines, como siempre, son preciosos, aunque aquí el olor a azufre es intenso. De vez en cuando hay una zona de aguas burbujeantes a altas temperaturas.

También vi una iglesia anglicana, pequeñita pero muy cuca, por fuera. Y a su lado una casa de reuniones de los Maories muy bonita. Regresé siguiendo la orilla del lago donde unos patos negros y unos cisnes también negros estaban comiendo lo que podían metiendo y sacando el cuello del agua. Regresé al albergue, cené y me acosté.

Aunque en estas actividades haya coindidido con mucha gente, la verdad es que no ha sido más que para una pequeña charla. También es verdad que yo no tengo muchas ganas de hablar debido a mi mal humor por tanta agua.

Rosa

Miércoles 22 de Febrero: De National Park a Rotorua


¡Hola a todos!

Hoy el día no empezó muy bien porque debían venir a buscarme al albergue pero el de recepción me dijo que tenía que ir a otro sitio a esperar el bus y yo con las maletas y lloviendo para allá que me fuí. Cuando llegué al sitio me dijeron que allí no paraba ese bus asi que otra vez para atrás. Y todo esto con prisas porque no lo quería perder. Al final si que vino al albergue. Estaba yo sola para este viaje y por eso tampoco sabía, no veía a nadie . Me llevó a Taupo pero como no había dejado de llover tampoco tenía gran cosa que hacer por allí y decidí cambiar mi billete para Rotorua e irme antes. Todos estos pueblos costeros son muy bonitos cuando hace sol, pero si llueve no hay nada que hacer. También cambié la cena para este mismo día en lugar de tener todo al día siguiente. Cuando llegué a Rotorua seguía lloviendo pero cogí el paraguas y me fui a un parque cercano a pasear porque me habían dicho que tiene mucha actividad termal. Y en efecto, quedé alucinada con esos vapores que salían de charcas, y más todavía cuando vi el agua y el barro salir a borbotones. Vi a unos pavos pequeños azules con cresta roja muy chulos, pero cuando me quise acercar para hacerles una foto, la madre me atacó porque tenía dos pollitos. No me hizo nada, solo revoloteó delante mío pegando muchos gritos para asustarme y lo consiguió.

Volví al hotel y me recogieron para ir al pueblo maorí a cenar. Primero fue el número en el autobúa. Tuvimos una conductora que nos amenizó el viaje que duró casi tres cuartos de hora. Nos contó historias sobre los maories, nos enseñó algunas palabras, y elegimos a nuestro representante jefe. Cuando llegamos al pueblo nos recibieron con danzas guerreras (todo esto bajo la lluvia para variar). Luego nos metimos en el pueblo y nos enseñaron casas y algunas de las actividades que hacían, como trabajan la madera y el lino, como se preparan para ser guerreros... Después fuimos a una sala donde nos bailaron y cantaron danzas típicas. También nos pusieron un vídeo hablando de sus orígenes muy interesante e instructivo. Finalmente nos explicaron como cocinaban haciendo un hoyo en la tierra donde meten piedras muy calientes y por encima ponen la comida en una especie de parrilla para que se vaya haciendo poco a poco. Finalmente entramos al comedor y comimos cosas típicas. Todo muy rico y muy casero. Regresamos en el bus cantando. Estuvo bastante bien aunque creo que ha sido la actividad más folklórica y turística que he hecho.

Muchos besos

Rosa








martes, 21 de febrero de 2012

Martes 21 de Febrero de 2012: De Wellington al Parque Nacional de Tongariro


Hola!

Esta mañana cogí pronto el tren. Es de estos principalmente para turistas y te indican por megafonía por donde vas, y te avisan cuando va a haber algo bonito. Estuvo bien aunque al final un poco pesado porque hizo una parada para comer de media hora en una estación y hasta que todo el mundo no hubiera comprado lo que pensaba en la cafetería el tren no se movió y nos retrasamos media hora casi. Además eso generó problemas de cruce con otros trenes que venían en sentido inverso y nos retasamos más de 1 hora. Cuando llegamos al National Park ya eran las 3 y media de la tarde y yo pensaba hacer un pequeño recorrido para ver algo porque mañana ya me voy a Rotorua. Dejé mis cosas en la habitación, me cabié de calzado y ale.. en marcha. Me indicaron una que se puede hacer en 2 horas y fue la que hice. La primera parte era un poco aburrida, pero luego te metías por un sendero en el bosque y, como siempre, era precioso. Muchos arbustos, árboles y plantas que no dejaban pasar la luz del sol (porque tuve la suerte de que se abriera un claro). Al final un pequeño mirador que daba paso a una extensión de bosques y de montañas lejanas. Una vista muy bonita aunque la luz ya no era la ideal.

Hoy estoy en una habitación de 6 aunque estamos 5, y todas menos yo alemanas.

Nada más porque estoy cansada.

Besos

Rosa


Lunes 20 de Febrero de 2012: Wellington


Hola a todos!

Lo primero que hice por la mañana fue la colada y aproveché para conectarme y hablar un poco con Manolo y Julia. Luego puse la secadora y me fui a desayunar (¡vaya manera de rentabilizar el tiempo!). Recogí y me fui rápidamente a explorar lo que me quedaba de Wellington. Cogí el bus que me dejó cerca de las catedrales. Primero vi la vieja y fue una sorpresa muy grata. Es toda de madera, por dentro y por fuera. y realmente muy bonita, una cucada porque es pequeñita para ser una catedral.

Luego fui a ver la nueva y por fuera me pareció un armatoste basto a más no poder, pero luego por dentro ganaba mucho. Las vidrieras eran muy modernas y muy bonitas, y el interior muy luminoso. También era muy original el retablo detrás del altar que estaba hecho de patchwork (o sea de trozos de tela cuadrados cosidos unos a otros) y que representaban una imagen pixelada de Cristo.

Luego me acerqué al parlamento y allí una chilena con hijito en la sillita me preguntó que de donde era y empezamos a hablar en Español. Fue muy amable conmigo. Me indicó cosas que tenía que ver y me dijo que a veces ella hacía de guía para grupos de habla hispana, y que era de las pocas porque no hat casi turismo en español. Se notaba, lo explicaba todo muy bien. Al lado del parlamento, que es de estilo clásico, se encuentra otro edificio muy moderno y redondo que quiere imitar un panal de abejas según me dijo para indicar que los neozelandeses son muy trabajadores y trabajan en equipo. Allí tiene su residencia el primer ministro.

Luego cogí un funicular que me acercó al jardín botánico y pude contemplar la ciudad desde arriba. Después, recorriendo unos caminitos señalizados, fui bajando de nuevo a la ciudad entre flores, árboles y estatuas.

Me acerqué entonces al centro de información y reservé actividades para Rotorua, porque voy a llegar demasiado tarde.

Finalmente entré en el museo Te Papa donde pasé un par de horas largas viendo cosas relacionadas con Nueva Zelanda: sus orígenes, sus bosques, sus animales, los maoris y sus tradiciones, etc... Se me pasó el tiempo volando y como ya estaba muy cansada regresé al hotel y cené.

Nada más, y nada menos. Bueno si. Estuve hablando un poco con mis compañeras de cuarto. Una es alemana (¡como no!) y la otra canadiense, Muy majas las dos. Hablamos de lo que habíamos visto y de lo que nos faltaba por hacer.

Sobre la nacionalidad de los turistas la cantidad de alemanes es abrumadora. Y además muy jóvenes, la mayoría no llega a los 20 años. Hacen este viaje al terminar el insti. Si cogieramos a 100 turistas, yo diría que 80 son alemanes, 5 de Reino Unido, 2 franceses, 2 estadounidenses, 2 canadienses, 2 australianos, 3 asiáticos (japoneses, coreanos, malasios), (los chinos han desaparecido por aquí, solo estaban en las excursiones más caras de los fiordos), 1 holandés y los 3 que quedan a repartir entre Brasil, Africa del Sur, Israel, India, y el resto de Europa.

Me ha salido el ramalazo de la estadística.

Ahora si que me despido. Un beso para todos

Rosa


domingo, 19 de febrero de 2012

Domingo 19 de Febrero: de Nelson a Wellington


Hoy he salido de Nelson en bus para Picton pero el día estaba muy nublado y amenazaba lluvia, y el recorrido tan bonito no tenía el mismo color. Todos esos árboles con sus colores verdosos que recorren toda la gama desde el verde clarito casi amarillo al verde oscuro tipo kaki, incluso tirando a ocre a veces, hoy no tenían ese brillo. Qué se le va a hacer.

Llegamos a Picton donde embarqué en un ferry enorme que admite coches y camiones, como los que hemos tomado para Irlanda o Inglaterra. El recorrido entre las dos islas dura 3 horas y va entre islitas muy verdes al principio, que forman el fiordo de Malborough. Luego es mar abierto y al final se interna en una bahía hasta llegar a Wellington. Estuve mucho tiempo fuera aunque hacía mucho frío y mucho aire, pero no llovió aunque el cielo estaba gris oscuro. Pasé el rato como pude, preparando mi estancia por la isla del norte.

Al llegar tuve que esperar como en los aeropuertos a que llegara la maleta y después a coger dos buses: uno que te lleva a la estación de trenes y otro hasta el albergue. Deje las cosas y aproveché el final de la tarde para hacer unas compras para cenar y desayunar, y luego di un paseo bastante largo por el muelle y las calles cercanas. Mañana visitaré más a fondo. Espero que mejore el tiempo, pero no las tengo todas conmigo. Ya veremos.

Besos

Rosa


Sábado 18 de Febrero de 2012: Excursión a Abel Tasman


Hoy tenía la excursión contratada de antes para las 7h de la mañana. Un autobús me vino a recoger y nos llevo, a una pareja de brasileños y a mi, al puerto donde tuvimos que esperar a que fuera a buscar a más gente, y no hacía precisamente calor, aunque el día amaneció soleado. A las 8h ya subimos al barco y estuvimos navegando una hora hasta llegar al Parque Nacional Abel Tasman. Allí bajamos a la playa con una pasarela que sale del barco, se despliega y se posa sobre la arena para que no nos mojemos. Subimos a otro barco más grande que nos llevó hasta el extremo norte del parque haciendo paradas en 3 o 4 sitios para que la gente, según su opción elegida, pudiera bajar y hacer su recorrido andando por el parque. Los hay de todos los colores: de algunas horas, de un día completo y de varios días. Vimos también alguna foca y pájaros, y algunas formaciones rocosas que destacaban.

Luego nos bajamos y empecé con el recorrido. El sendero iba entre árboles y helechos y se estaba estupendamente, amenizado por el ruido de las chicharras (bueno, no sé exactamente lo que son porque son negras como las cucarrachas y hacen un ruido estridente y otro como de maderas que se chocan que supongo que harán con sus caparazones). He hecho fotos y he grabado el ruido por si alguién quiere escuchar y ver. A veces era un poco duro con cuestas bastante empinadas, pero el premio era una vista espectacular sobre alguna bahía, con unos colores como en las postales de esas playas paradisiacas. Y hoy si que hacía calor para bañarse y el agua estaba estupenda. Lo sé porque al final del recorrido tuvimos que cruzar una playa y metimos los pies en el agua para acortar.

Otro de los puntos fuertes del recorrido era un puente colgante sobre un río que era muy emocionante porque se movía mucho y daba yuyu pasar. No apto para los que sufren de vértigo. Pero yo me lo pasé de miedo.

Luego vino el barco a recogernos a la hora convenida y otra vez a navegar, cambiar de barco y seguir navegando. Como el día estaba soleado estuvo bien.

Unaz vez en el hotel, me duché rápidamente y salí a pasear por el pueblo porque al día siguiente tengo que irme pronto. Estuve en unos jardines muy bonitos pero me fui pronto porque los mosquitos empezaban a atacar y aunque me había puesto loción no es segura la protección.

En el centro de nuevo me puse a buscar un restaurante para cenar ya que solo había comido un bocadillo durante la marcha y algo de fruta. Cuando estaba esperando para encargar, aparecieron la pareja brasileña y se sentaron conmigo a cenar. Fue muy agradable. Estuve hablando español con ellos porque los dos sabían. ¡Qué suerte! Pero de Españoles, nada de nada. Están muy escasos o se esconden debajo de las piedras.

Nada más

Besos a todos.

Rosa


Viernes 17 de Febrero de 2012: de Kaikoura a Nelson, pasando por Picton


Esta mañana he cogido el tren para ir a Pictón. El recorrido seguía la costa y era muy bonito. En el tren teníamos unos cascos en los que se escuchaba la historia de la zona y datos de interés. Muy bueno para poner a prueba mi nivel de Inglés que no es tan bueno como quisiera. Aunque me entere de lo general siempre hay cosas que no capto, pero que le vamos a hacer. Tengo que mejorar mi vocabulario. Al principio pudimos ver pájaros en la costa y leones marinos en las rocas cerca de la orilla del mar. El color del agua precioso, pasando del verde esmeralda al azul profundo. Vimos unas salinas de color rosa debido a la presencia de unas algas por lo que entendí del comentario. Luego dejamos la costa y nos adentramos en viñedos. Parece ser que Nueva Zelanda es un gran productor de vinos.

Por fin llegamos a Picton donde estuve unas 5 horas hasta coger el autobúa para Nelson. Dejé las maletas en consigna y fuí a pasear la ciudad. Debo decir que la pierna y el pie izquierdo me dieron mucho la lata, pero a pesar de todo aproveché el tiempo. Hacía mucho calor (¡quién lo diría!). Fui a uno de esos paseos bucólicos por la ladera del monte, entre chicharras que hacían un ruido ensordecedor, y sin encontrarme una alma, y subí hasta contemplar la ciudad y su puerto desde lo alto. Luego regresé al pueblo y fui a la biblioteca un rato para mandar correos y actualizar mi blog. Finalmente paseé por el puerto y tomé un poco de sol y a esperar la hora del bus.

El recorrido del bus de Picton a Nelson es muy bonito, entre valles y montes con muchos árboles, rebaños de ovejas pero también de vacas, y muy numerosos. Llegó el bus con un poco de retraso y por poco no me quedo en la calle porque el albergue ya estaba cerrando. Prefiero no pensar en como lo habría solucionado. Pero todo fue bien y pude descansar.

Besos

Rosa


viernes, 17 de febrero de 2012

Jueves 16 de Febrero de 2012: Kaikoura

¡Hola a todos!
Hoy ha sido un día relajado. No he tenido que madrugar aunque una compañera de habitación, a la que no he llegado a ver cara a cara porque estaba acostada cuando volví por la tarde, se levantó antes de las 7h y me desperté. Pero estuve tranquila en la cama y me conecté para mandar algún mensaje y hablar con Julia y Jose luis.
Después desayuné y me preparé un bocadillo porque iba a la excursión para ver a las ballenas y no iba a regresar antes de las 4h de la tarde. Me fui paseando despacio porque tenía tiempo. Enseguida noté que la planta de mi pie izquierdo me empezaba a doler y me hacía cojear un poco. Ya llevo unos días que me duele al final del día y no depende del calzado porque voy cambiando todos los días, pero hoy me ha dolido todo el día.
No he dicho que hoy el día ha amanecido con mejor cara que ayer. Había nubes pero se han ido poco a poco y el color del mar es una delicia. Hay una franja de color turquesa cerca de la orilla y después es de un azul profundo. Luego he sabido que es debido a que hay una depresión muy profunda y que provoca ciertas corrientes que favorecen la circulación de seres vivos y que por eso vienen las ballenas a alimentarse.
Después de esperar un rato largo, nos llevaron en autobús al embarcadero y subimos a un pequeño catamarán. Nos fuimos rápidamente mar adentro todos sentaditos en el interior y nos pusieron una presentación muy instructiva que nos iba comentando un guía. Me gustó mucho. También nos enseño un diente de ballena (no todas tienen). Esta se llama Sperm Whale y si que tiene. Al cabo de un rato el barco paró y pudimos salir al exterior. Vimos el lomo de una ballena y de vez en cuando echaba un chorro sonoro de agua y aire en plan ducha. Al cabo de un rato nos avisó el guía que se estaba preparando para la inmersión y que íbamos a ver su cola. Y así fue: espectacular. Lo malo es que la inmersión suele durar más de media hora y estuvimos haciendo tiempo. Vimos algunos albatros pero no era exactamente el mismo que vi en la península de Otago. Pero su vuelo era majestuoso. Reapareció la ballena y fuimos a observarla de nuevo. Nos explicó que era un macho, que todos lo eran aquí porque estas aguas son muy frías para las hembras y sus crías. De vez en cuando van adonde están las hembras para aparearse y después vienen aquí a alimentarse y descansar. Apareció una segunda ballena cerca del lugar y esperamos a que esta hiciera su inmersión y le viéramos la cola y luego fuimos a verla y se repitió la escena. Entretanto se nos acabó el tiempo y tuvimos que regresar. Menos mal que en el camino de vuelta nos cruzamos con un grupo de delfines muy juguetones y paramos a verlos. Fue maravilloso. Nunca había visto a tantos juntos. Los había que saltaban fuera del agua, otros se acercaban al barco. Y es muy bonito ver como van de coordinados y se ven 6 u 8 lomos con sus aletas dorsales aparecer y desaparecer en un movimiento circular. Pero los tuvimos que dejar en pocos minutos y regresamos al muelle.



Paseé un poco por el pueblo y luego me fui al albergue a descansar porque me dolía mucho la planta del pie.
Mañana voy a Nelson, mi última parada en la isla del sur, pero paro en Picton porque el tren de la costa que voy a coger termina allí y luego tengo que ir en bus. Tendré tiempo para visitar un poco la ciudad.
Besos a todos
Rosa


miércoles, 15 de febrero de 2012

Miércoles 15 de Febrero: de Christchurch a Kaikoura


Hoy he salido muy pronto por la mañana de Christchurch. Y también he llegado pronto a Kaikoura que está un poco más al norte en la costa este de la isla del sur.

Fui al isite (oficina de información y turismo) y aproveché para planificar mi recorrido por la isla norte. Ya reservé todos los trayectos y cuando llegué al albergue terminé de reservar los alojamientos. También he contratado una excursión para este sábado en en Parque Nacional de Abel Tasman y otra para ir mañana por aquí cerca a ver ballenas (no sé si habrá más de una). En fin, ya veremos si de aquí a mañana el tiempo mejora un poco porque hoy está lloviendo aunque no hace aire, pero la temperatura no es de verano, más bien de primavera fresquita.

Después por la tarde he dado un paseo por el pueblo que es pequeñito y he cenado allí. Después he regresado al albergue porque estaba cansada y aquí tampoco había mucha gente por la calle que se diga, solo en los bares céntricos del pueblo. Esto en invierno no sé como será, pero creo que no me quedaré a averiguarlo.

Besos

Rosa

Martes 14 de Febrero: Península de Banks y Christchurch

Hola!
Para este día he contratado una excursión en autobús que me llevará a un pueblo de origen francés llamado Akaroa. Sus primeros habitantes eran maoris pero los primeros occidentales que se asentaron allí fueron franceses y han procurado guardar ese aire francés en todo lo que han hecho. Los nombres de los restaurantes, las tiendas y las calles son franceses, tienen su área para jugar a la petanca... Es muy pequeño pero muy cuco. Hicimos alguna parada antes de llegar para admirar el paisaje, solo que nos ha tocado un día asqueroso. Mucha lluvia a ratos, nublado todo el día y sin sol esto está muy triste y no luce.
En el pueblo nos dan 4 horas para poder visitarlo o comer o hacer un crucero por la zona en busca de delfines y otros animales. Por supuesto yo me apunté al crucero porque con dos horas paseando por sus calles (que son 2) ya era suficiente. Durante el crucero no llovió pero los animales parecían esquivarnos. Al final si que vimos algunos delfines, algún pingüino en el agua que practicamente no se vió, 4 leones marinos en unas rocas y aves marinas (cormoranes y gaviotas de varias especies). En el barco tenemos un guía que va narrando lo que vemos, y nos cuenta cosas sobre la región. Esta zona es la boca de un volcán y se pudo apreciar muy bien en algunas de las rocas de la costa. También vimos cuevas y acantilados bastante altos. Bonito pero deslucido por la falta de sol.



De regreso a Christchurch vimos un poco más de actividad por sus calles al ser las 5 de la tarde. Hasta había atasco debido a que la mitad de las calles están cerradas. Pudimos apreciar la magnitud de la catástrofe. Muchos edificios dañados esperando a ser demolidos, y otros más antiguos como iglesias, la universidad... que están cercados con los restos de los campanarios o las torres por los suelos esperando a ser rehabilitados. Y ya ha pasado más de un año. Esto va para largo. Mucha gente se ha marchado a otra ciudad debido a los constantes temblores que tienen en vilo la ciudad.
 Aquí se ve parte de la universidad y se ve el campanario en el suelo al fondo
Cuando me dejó el bus di un paseo por la orilla del río Avon y por los jardines botánicos y regresé porque ya estaba cansada.
Besos a todos
Rosa


Lunes 13 de Febrero de 2012: de Greymouth a Christchurch


Hola a todos!

Como el tren no salía hasta por la tarde tuve tiempo para reservar más trayectos en tren y en bus y también compré un bono para 10 noches en los albergues YHA e utilicé varios para los próximos días. También fui a la biblioteca donde pude hablar con Manolo y Julia. Mandé algunos mails y puse muchas fotos en mi blog. Luego ya fui a coger mi maleta y me fui a la estación. Facturé, comí un bocadillo que tenía preparado y esperé.

Por fin llegó el tren y nos subimos. Hecho a andar y fueron desfilando diferentes paisajes. Llanuras al principio, ríos que se acercan a su desembocadura al mar y forman grandes meandros, lagos grandes y pequeños, valles muy verdes rodeados de montes y montañas en los que predomina el verde de los pinos y otros árboles autóctonos... Vimos rebaños de vacas pastando también. Al principio hice fotos a través del cristal de las ventanas y salían bastante mal por culpa de los reflejos. Luego vi que mucha gente se levantada y salía del vagón y fui a investigar. Atravesé vagones y vagones hasta llegar casi al final y es que allí se encontraba un vagón abierto y la gente venía hasta aquí para hacer fotos y notar la brisa. Estuve un rato hasta que avisaron por la megafonía que iba narrando cosas sobre los lugares por los que pasábamos, que nos fuéramos a nuestro sitio porque venían túneles. Después vinieron paisajes más espectaculares con gargantas más profundas y ríos con colores azul turquesa. Pero no paraba de imaginarme todo esto cubierto por una densa capa de nieve. El espectáculo tiene que ser insuperable.

Pasamos por un pueblo llamado Springfield pero no vi a ninguno de los Simpsons por allí.

Después volvieron las llanuras al acercarnos a Christchurch.

Al llegar ya estaba cerrado todo en la estación y no pudimos informarnos de como ir a nuestro alojamiento. Subimos a unos autobuses que nos fueron repartiendo. Luego nos enteramos que debía de haber servicio gratuito de autobuses.

En Christchurch no hay YHA porque estaba en la zona afectada por el terremoto. Me he alojado en YMCA que tambien es alojamiento para estudiantes. Pero ha sido lo más cutre hasta ahora. Los sevicios y la cocina dejaban mucho que desear. Pregunté donde podía ir a comprar algo de comer y me indicaron unos supermercados. Me puse a andar. No serían las 7 de la tarde todavía, pero el espectáculo era dantesco. No había nadie por las calles salvo algún mochilero en busca de su alojamiento. Además te encontrabas por todos lados con terrenos cercados donde había un edificio dañado por el terremoto o directamente ya solo estaba el solar. Ni rastro de vida por ningún sitio. Me recordaba a esas pelis donde ha ocurrido un desastre y se ve al protagonista vagando solo por las calles. Asi me sentía yo. Me costó encontrar el supermercado pero lo conseguí. Allí dentro si que todo parecía normal y había gente. Muy curioso. Después regresé con las mismas sensaciones de estar sola en este mundo salvo por algún coche que de vez en cuando pasaba. Pero absolutamente nadie por las calles.

Llegué al hotel, cené como pude y a dormir. Debo decir que soñé con algunos temblores, no sé si solo en mis sueños o hubo algo de realidad, porque parece ser que todos los días se registran temblores de distinta intensidad. Cuando tenga tiempo miraré los registros del día 13 de febrero a ver si hubo actividad sísmica.

Nada más por hoy

Besos

Rosa


domingo, 12 de febrero de 2012

Domingo 12 de Febrero de 2012: De Wanaka a Greymouth


Esta mañana tomé el bus para Greymouth y ha sido un día completo de viaje porque he llegado a las 5h30 de la tarde. El trayecto ha sido muy bonito. Al principio hemos bordeado varios lagos con las montañas como telón de fondo. Luego hemos pasado por la zona de los glaciares y, aunque ahora no haya nada de nieve, la montaña es muy bonita. Se aprecian un montón de tonalidades verdes, ocres, anaranjadas... Es increíble ver todos esos matices de colores. Los campos están muy verdes. Esta vez he visto más vacas que ovejas en los campos. Otra cosa que me ha llamado la atención son las casas. Todas parecen nuevas, prefabricadas, con lamas de madera. También hemos pasado por un montón de puentes de un solo carril que pasan por encima de muchos ríos que ahora no son muy caudalosos pero, por las piedras que aparecen en los cauces, si que deben llevar mucha agua en invierno o primavera cuando se deshiela la nieve. También nos hemos encontrado con bastantes ciclistas por el camino. ¡Qué valientes! Que conste que también los mochileros tienen mucho mérito, porque hay que ver ¡qué mochilones llevan!

Esta vez he coincidido en el bus con un inglés, un australiano y una argentina. ¡Si! He podido hablar un poquito de español. Las dos hemos hecho la última parte del trayecto juntas. Ha sido bueno recordar los días que pasé en Argentina. Ella estudia antropología y ha venido con un visado de trabajo por un año. Pero dice que no encuentra trabajo que le guste y de momento se dedica a viajar y conocer. Como buena argentina lleva su mate con ella, pero ha extraviado la bombilla.

Pensando en los turistas aquí, yo diría que lo que más hay, y con mucha diferencia, son los alemanes. Después yo diría que los ingleses y escoceses. A continuación todo tipo de angloparlantes: Estadounidenses, canadienses, sudafricanos. Los asiáticos también, pero yo diría que los chinos y japoneses van más a lo más espectacular y en grupos, como son los fiordos de Doubtful y Mildford donde llenaban los barcos. Hoy tengo por compañeras de habitación a una griega y 2 japonesas. Los griegos tampoco abundan.

Mañana cojo el tren para Christchurch, el lugar de los terremotos, donde sigue temblando la tierra según tengo entendido. A ver si noto alguno, aunque me conformo con un grado 4 o 5. Estaré 2 noches.

Tengo que decir que el trayecto en tren tiene fama de ser uno de los más bonitos del mundo. ¡A ver!

Bueno pues nada más por hoy.
He metido fotos en las entradas de los días 5, 7, 8 y 10
Besos y achuchones a todos.

Rosa

sábado, 11 de febrero de 2012

Sábado 11 de Febrero de 2012: Wanaka

Hola a todos!
Hoy me he levando un poco congestionada, se conoce que ayer, subiendo al cerro, sudé mucho y luego venía un aire fresquito al bajar.
Como había quedado a las 8h para hablar en vivo y en directo con mis padres me levanté y fui a la sala de ordenadores para no molestar a mis compañeros de dormitorio. Y ¡Qué suerte!, ahí estaban todos o casi: mis padres, Manolo y Consuelo y Julia y Jose Luis. Estuvimos hablando media horita y todo muy bien. Parece como que estás en el salón de casa charlando tranquilamente. Creo que también a mis padres les ha gustado la experiencia. Espero repetirla en unos días. Esto de las nuevas tecnologías es una maravilla.
Luego hablé con Elisa (Delia está en Londres). Había quedado a las nueve y todo muy bien. Me contó que va a hacer un intercambio en Francés con un chico de 15 años que vive cerca de Grenoble y Lyon. También va a ir a Alicante con el coro del insti. Un repaso a todo en general.
Después me fui a desayunar y reposé porque hacía demasiado fresco para salir. Por la noche la temperatura cae a 6 o 7 grados, aunque a las 4 de la tarde haga más de 20. Hablé un poco con mi compañero de cuarto, un inglés de unos 60 años al que le gusta mucho escapar de Inglaterra en invierno y se viene aquí a hacer senderismo. Según me dijo ya lo lleva haciendo 6 o 7 años.
Para hoy había pensado, ya que aquí te ofrecen todo tipo de aventura, cumplir un sueño que tengo desde hace mucho tiempo: saltar en paracaídas. Aquí te ofrecen el salto acompañado, y es justo lo que me hace falta ya que no sé y el otro es el que se encarga de todo, tu solo a disfrutar de la caída libre y luego del vuelo. Pero lo que me ha desanimado es el precio: ¡unos 300 euros!
Asi que cambié mis planes y me fui a un especie de parque de atracciones llamado el mundo del puzzle y que tiene como 3 zonas: una de 4 salas con efectos ópticos como holografías o relieves que parecen moverse con nosotros, un laberinto a escala real y había qu subir a 4 torres de colores y luego salir y una cafetería con un montón de rompecabezas sobre las mesas para resolver. Ha sido entretenido. Solo el laberinto me ha costado hora y media (también es verdad que mi sentido de la orientación deja mucho que desear). Pero que conste que estaba en la media.



Luego he regresado al albergue y estoy descansando.
Mañana voy a Greymouth y es un largo viaje.
Besos
Rosa

viernes, 10 de febrero de 2012

Viernes 10 de Febrero: De Dunedin a Wanaka

¡Hola a todos!
Esta mañana tuve que ir a la estación con todo el equipaje. Por suerte había dejado de llover. Tuve que esperar bastante. Cogí el autobús que me llevó a Wanaka. Llegué a las 2h30 de la tarde. El camino fue muy bonito, los paisajes con lagos y rocas que parecían estar cortadas en lonchas. Y Wanaka es un pueblo muy bonito, a orillas del lago.

Hacía muy bueno y decidí ir a dar un paseo. Uno de los recomendados es subir a una colina desde la que hay unas vista preciosas, y ese hice aunque acabé reventada porque había que subir mucho. Tardé 3 horas en hacer el recorrido. Pero es verdad que las vistas merecían la pena.




Me encontré a la vuelta con un par de conejos, pero es verdad que en los bosques no se ven animales más que pájaros, no hay predadores. La mayoría de la gente viene a Nueva Zelanda a hacer este tipo de recorrido a los que llaman tracks pero normalmente son mucho más largos, de un día completo o incluso de varios días, por lo que tienen que reservar para dormir en las cabañas habilitadas. Pero también tengo que decir que en España hay senderos y recorridos parecidos y habría que ponerlos más en valor, como hacen por aquí.
También vi un rebaño de ovejas (como no!) pero eran diferentes a las que había visto: eran de color gris y muy grandes, tenían mucha lana y tenían compañía: unos pájaros negros sobre sus espaldas.

Al llegar al pueblo hice una parada en el super y compré lo necesario para cenar (un filete con un tomate, queso y fruta) y desayunar los 2 próximos días.
Mañana he quedado a las 8h de la mañana, 8h de la tarde en España, para hablar con mis padres, con la ayuda de mi hermano Manolo. A ver si sale todo bien, que tengo muchas ganas de ver y hablar con mis padres. Después he quedado con Elisa, espero que se acuerde.
Me voy a dormir que ya es hora. Besos a todos.
Rosa

Jueves 9 de Febrero: Dunedin


Hoy era el día que iba a ir a Oamaru y/o a ver las piedras redondas en la playa que se llaman los Moeraki Boulders, pero que no hubo forma de arreglar después de que reservara un día más en el albergue. Pero que se le va a hacer. Aproveché para escribir un poco, mandar algunos mail y hablar con la familia por Skype al principio de la mañana.

Os tengo que comentar que, a pesar de que los dormitorios son a veces mixtos, la mayoría de las que viajamos somos mujeres. De hecho, de los 6 que éramos el primer día, solo uno era hombre. Pero ayer las cosas fueron diferentes: ¡solo éramos 4 y yo la única mujer! ¡Y yo sin aprovecharme de la situación! ¡Qué desperdicio! Los tres tan jovencitos... Claro que a dos de ellos solo les vi por la mañana porque ya estaba dormida cuando aparecieron. Uno rubio alemán, muy majo él, con el que si he hablado porque hemos coincidido varias veces, otro asiático y el último moreno pero no sé su nacionalidad.

Me he levantado sin prisa aunque me he despertado bastante pronto. Y después de desayunar he ido a la biblioteca donde he hablado con casi toda mi familia. Luego he ido al isite para ver si podía quedarme en Akaroa en la península de Banks en lugar de en Christchurch que no se puede visitar al estar en ruinas después de varios terremotos ( por cierto han comentado que seguían los temblores y el día que estuvo Daniella allí la despertó un temblor de grado 5 a las 3 de la mañana). Pero los horarios de los buses no cuadraban y no he podido. Asi que he reservado una excursión desde Christchurch y pasaré 2 noches allí como previsto al principio. También he cogido el trayecto de Christchurch a Kaikura. Seguro que al leer esto os dais cuenta del lío que puede ser siempre pienso que acabaré metiendo la pata en alguna reserva. De hecho solo tengo reservada una noche en Christchurch y mañana, antes de salir, intentaré reservar la segunda.

Después estuve paseando y haciendo alguna compra.

Fui a comer al albergue y descansé un poco porque se puso a llover a mares.

A las 7h había quedado con Susanne para tomar algo y despedirnos. Y asi lo hicimos. Estuvimos hablando de cosas varias y me dijo que notaba que había mejorado mi inglés. Es posible que de tanto practicarlo algo más fluido me salga. Ella se quejaba bastante de la espalda y es que esos mochilones que se cuelgan atrás no pueden ser buenos. Espero que tengamos ocasión de vernos en un futuro, en España, en Basilea (Suiza) que es donde vive ahora, o en cualquier lugar. También me gustaría volver a ver a Daniella que me pareció encantadora. Y hay que tener narices para dejar un buen trabajo y hacer lo que uno cree que tiene que hacer, que en su caso era viajar (durante 8 meses sin pasar por casa!)

Ya estoy de nuevo en el albergue preparada para dormir.

Muchos besos a todos

Rosa


miércoles, 8 de febrero de 2012

Miércoles 8 de Febrero: Dunedin

Hoy no tenía nada especial que hacer salvo visitar un poco mejor la ciudad. Bajé a desayunar tranquilamente y me encontré con una de las chicas que había estado conmigo en la excursión del día anterior. Es Daniella y es de Suiza. Estuvimos charlando largo y tendido. Tiene poco más de 30 años y después de haber trabajado 6 o 7 años como coordinadora de la formación profesional en el sector de la banca, ha decidido dejar su trabajo y dedicar 8 meses a viajar sin parar por el mundo. Ha estado en Myanmar, en Tailandia y ahora Nueva Zelanda. Piensa ir un poco a Australia y luego a Nepal y a la India. Toda una aventurera. Nos lo pasamos bien dándole a la lengua.
Decidimos salir a dar un paseo juntas y ver la ciudad.

Fuimos a ver la estación de tren que es muy bonita y la más fotografiada del país.


Allí nos encontramos con Susanne, la alemana con la que estuve en Stewart Island. Ella iba a hacer el mismo tour que nosotras. Decidimos quedar para el jueves y tomar algo juntas. Ella se marcha a Alemania después.

Después fuimos paseando por la universidad y llegamos a los jardines botánicos donde tomas algo que habíamos comprado previamente en el super. Los jardines en general son preciosos.


Después regresamos al albergue, parando antes en el supermercado a comprar para preparar la cena. Daniella había quedado con Yanna, una alemana, para cenar y yo me he unido a ellas. Daniella va a preparar rissotto y yo una tortilla española, y Yanna aportará una botella de vino.


Como veis nos ha quedado una cena estupenda.
Y con esto me despido hasta mañana.
Rosa

Martes 7 de Febrero: Dunedin y Otago

Ayer me recogió el bus como previsto. El chofer muy majo. Esta vez solo íbamos 3 y una era también de las que ayer hizo un trozo de camino conmigo pero se bajó antes. Nos paramos en la costa donde había un faro y unos acantilados con rocas en el mar preciosos, pero para verlo bién tuvimos que andar unos 500 m cuesta arriba y con mucho viento. Pero un poco de ejercicio no viene mal y la vista merecía la pena.

Luego un poco más adelante paramos en una playa donde pudimos ver un par de pingüinos de ojos amarillos, una especie propia de estas tierras si no me equivoco.

Después continuamos el viaje con una parada en un bar donde habíamos encargado algo de comer ya que por aquí se cena sobre las 6 o las 7 de la tarde e íbamos a llegar a las 8 pasadas.
Llegamos al albergue y esta vez me tocó en una habitación mixta de 6, pero por suerte todas las camas están en el suelo, no hay literas. Es una habitación abuhardillada bastante amplia.
Enseguida bajé a hacer la colada y cuando terminó la lavadora opté por tender la ropa fuera en vez de usar la secadora aún a riesgo de que cayera algún chaparrón. Pero tuve suerte y no llovió.
Esto fue ayer. Hoy me he levantado pronto y he ido al isite a informarme de bastantes cosas. Lo primero que he reservado es una excursión para ver animales y en particular albatros porque hay una colonia de estos animales aquí. Luego fui a la biblioteca y pude conectarme y hablar un rato con Manolo y Julia. Todo bien por Valladolid al parecer aunque con un poco de frío. Aquí hace un poco fresquito pero se está bien con una chaqueta. Después fui al super y compré algo para desayunar principalmente. Regresé al albergue y reservé una noche más aquí porque en información me habían dicho que podía hacer una excursión a un sitio cercano por un precio razonable. Pero cuando fui a reservarla resultó que el precio estaba mal y era casi el triple y no me merecía la pena. En fin, ya veré en que empleo ese día de más en Dunedin. Reservé también los trayectos en bus entre Dunedin y Wanaka, entre Wanaka y Greymouth y el tren escénico entre Greymouth y Christchurch. Es bastante estresante tener que pensar en todo esto y no equivocarse en las fechas.
Luego aproveché para dar un paseo por el centro de la ciudad que es universitaria y bastante agradable. La zona más céntrica se llama el octógono porque sus calles tienen esa forma y la parte central es bastante bonita.

Una iglesia que visité es la más antigua de Nueva Zelanda.
Después regresé al hostal para que me diera tiempo a recoger la ropa y comer algo antes de salir para la excursión.
Fue muy interesante: Empezamos a recorrer la península parando para ver los diferentes pájaros que nos encontramos a la orilla del mar. No siempre se veían bien porque no podíamos salir de la furgoneta, pero nos dieron prismáticos a todos y fue acceptable.

Para que no faltara nada al ambiente neozelandés se había levantado un aire fuertísimo pero, visto la forma que adoptan los árboles, debe de ser de lo más normal. Nos acercamos a un lugar de la costa donde hay una colonia de albatros, esos pájaros que son enormes y tienen una envergadura de 3 metros cuando extienden las alas. Vimos algunos planear y son majestuosos.

Había también muchos cormoranes y gaviotas.

Luego pasamos por una zona llena de cisnes negros, en las zonas más tranquilas de la península. Se veían puntos negros por todas partes, seguramente más de 100.

A continuación fuimos a un lugar muy solitario y privado donde solo tenían acceso los del tour y bajamos andando hasta la playa. Allí nos encontramos con muchos pingüinos de ojos amarillos, aunque parece ser que lo que es amarillo es como una máscara que tienen alrededor de los ojos.

Nos encontramos después con un par de leones marinos completamente agotados después de haber estado mucho tiempo en el mar en busca de pareja.

Vimos a más pingüinos en la playa que regresaban a sus nidos donde les esperaban sus hijitos. Los nidos los tienen en el monte, y es muy gracioso porque se pueden ver los pingüinos en medio de las ovejas pastando.


La foto no es muy buena porque tuve que poner el zoom a tope y era imposible mantener la cámara inmóvil por culpa del intenso viento. Pero os hacéis a la idea de la situación.
Vimos también a más focas regresando a la mar. Después subimos la cuesta terrible que habíamos bajado poniendo a prueba todas mis energías (no recordaba haber subido tanto monte desde hacía mucho tiempo). Y el colmo es que volvimos a bajar por el otro lado a unas rocas bañadas por las olas donde se encontraban decenas de focas jugando las unas con las otras. Fué realmente entretenido y bonito ver como se movían y jugaban. Las fotos no han salido muy bien porque estaba oscureciendo.
Y después de volver a subir una cuesta interminable, subimos a la furgoneta y regresamos cada uno a nuestro alojamiento.
Y dormimos plácidamente.
Besos
Rosa


lunes, 6 de febrero de 2012

Lunes 6 de Febrero: De Okawa a Dunedin

Hola!
Hoy me he levantado a las 8h porque había mandado un mensaje a toda mi familia para que se conectaran a Skype a las 9h y tenía que dejar las cosas listas porque me voy del albergue. Tuve que cargar con dinero mi cuenta para poder conectarme. Y como siempre ahí estaban Julia y Jose Luís, los primeros. Hablé un poco con ellos y Julia me puso al día de las visitas médicas de mis padres y de que Miguel ha encontrado piso en Madrid donde empieza su nuevo trabajo a mediados. Por cierto, no sé si Miguel y Silvia saben entrar en mi blog. La próxima vez que me conecte mandaré un email. Pero creo que no tengo la dirección de correo email de Miguel, así que mandádmela por favor.

Luego hablé con Delia un poquito y luego con Manolo y Consuelo. La que todavía no había llegado de Madrid era Elisa, pero llegó al poco rato y me estuvo contando cosas de su reunión con los africanos. Besos a todos si me leeis. Le han entrado ganas de ir a Costa Rica en Semana Santa, pero lo veo un poco difícil ya que yo no llego a España hasta el 28 de Marzo y a ver en qué condiciones.

Bueno ya veremos, porque a mi me viene mejor la semana después de Semana Santa.

Bueno, después de una hora larga hablando con unos y con otros tengo las pilas recargadas. A pesar de que no he podido leer los mensajes del móvil porque estoy sin cobertura. Pero la parte positiva es que seguramente los pueda leer esta noche y así me hacen compañía.

Aquí, como os he dicho, no hay casi nada. Si se tiene coche el sitio está muy bien porque estás a poca distancia de la costa y de los sitios interesantes de los Catlins. Salí a dar un paseo y fui a ver el Museo local. Hablan de los primeros pobladores que vinieron y sobre todo de un barco que venía cargado de inmigrantes y que chocó con unas rocas y se hundió. Hubo muchos muertos y algún superviviente y los restos del naufragio y bastantes cadáveres fueron apareciendo por la costa. Es un hecho que ha marcado la historia local. Ocurrió en las Navidades del año 1874.

Luego he comprado una concha azulada con reflejos muy bonitos que es típica de aquí. No recuerdo su nombre, pero aquí hacen muchas cosas con ellas. Joyas sobre todo.

Luego regresé al albergue. Hoy hace sol y nubes, pero sobre se ha levantado bastante viento. Debe de ser muy común, porque ayer vimos unos árboles completamente inclinados, casi horizontales, por el efecto del viento. He comido y ahora estoy aprovechando para escribir en el ordenador para poderlo mandar con rapidez. También ocupo el tiempo en organizar las cosas para sobrevivir. ¿Qué tendré que hacer con urgencia en Dunedin? Por ejemplo una colada, comprar el billete para el siguiente lugar, reservar el albergue y ver como voy al otro lado de las montañas para coger el tren escénico del paso de Arthur, que me han dicho que merece la pena. Pensaba hacer una parada en el glaciar Franz Josef, pero no voy a poder porque luego no llego de Franz Josef a Greymouth a tiempo para coger el tren y ese no le quiero perder. Mañana tendré que ir a un Isite para que me informen bien y reservar bastantes cosas.

Estoy esperando el autobús que llegará en breve.

Besos a todos

Rosa


Domingo 5 de Febrero: Los Catlins (De Stewart Island a Owaka)

Hola a todos!
Me parece que os comenté que había contratado una excursión con guía para ver a los kiwis. Pues fuí ayer por la noche. Primero fuimos navegando entre islotes, casi de noche (eran las 21h) durante más de media hora. Se veían pájaros volando a ras del mar que estaba en calma. También pudimos ver, o mejor dicho imaginar, a unos pingüinos nadando a lo lejos, ya que lo que se veía era asomar unos bultos de vez en cuando, que debían ser sus cabezar. Era un pequeño grupo de 4 o 5.
Llegamos a un sitio donde había preparado un pequeño embarcadero y desembarcamos. A nuestra izquierda había una playa, pero nos explicaron que no era la que más les gustaba a los kiwis, sino que debíamos atravesar el ismo de unos 500 metros de ancho hasta llegar a otra playa llamada Ocean Beach. Nos dieron linternas porque ya era de noche y fuimos a través de un bosque muy tupido por un caminito preparado porque si no esta zona debe de ser completamente intransitable en cuanto llueve y lo hace a menudo. Por fin llegamos a la otra playa y no se veía nada sobre la playa, salvo algas muy grandes que eran manchas oscuras sobre la arena blanca. Fuimos andando por la arena detrás del guía que era el único que tenía la linterna encendida. Al cabo de un rato se paró y señalo con su linterna una zona donde se veía un bulto oscuro moverse lentamente. Era un kiwi. Estaba hundiendo su largo pico curvado en la arena en busca de insectos e iba pasito a pasito sin que nuestra presencia pareciera molestarle, él, a lo suyo. Nos acercamos más e intentamos hacer alguna foto, pero estaba muy oscuro y no salían bien y no se puede usar el flash para no asustarlos. Uno de los turista asustó al kiwi porque su cámara hizo mucho ruido al disparar y el kiwi se fué corriendo asustado. Fue muy gracioso, porque no corre muy deprisa. El guía le dijo que no hiciera más fotos para no asustarlos si veíamos a más. Y así fue. Un poco más lejos apareció otro, con el mismo entretenimiento: buscar alimento dentro de la arena. Estuvimos un largo rato admirándolo sin que se inmutara. Buscan unas especies de larvas que están donde las algas, y también hay un montón de moscas de arena que molestan mucho. Al cabo de un rato, antes de que nos marcháramos, le dijo el guía al turista de la cámara que ya podía hacer fotos, y hizo muchas y esta vez este kiwi no se asustó. Yo lo que hice fue grabar varios vídeo ya que las fotos no salen bien.
Seguimos paseando y no vimos más por ese lado de la playa y volvimos sobre nuestros pasos. Ahí estaban los kiwis que habíamos visto y más adelante, en el otro extremos de la playa pudimos observar otros dos. Estaba lloviznando, pero se puso a llover de verdad. Yo no había traído el chubasquero porque cuando salimos la noche estaba muy tranquila y no llovía. Estábamos todos como embobados viendo los animalitos aunque lloviera. Son muy curiosos, con su forma redonda sin cola, su pico tan largo y sus patas y dedos tan gorditos. Observamos también las huellas que dejan en la arena. Con esto regresamos por el bosque al barco, bastante mojados, y otra vez a Stewart Island. Nos ofrecieron una bebida caliente para repodernos del frío y la lluvia. Llegamos a las 12h de la noche aproximadamente.
Al día siguiente me levanté pronto y cogí el ferry hasta Bluff y allí nos estaba esperando un autobús para llevarnos a Invercargill que es la ciudad más importante. Tenía que coger allí otro bus turístico que recorre la costa y va parando en los lugares de interés, pero estaba un poco preocupada porque había hecho la reserva por teléfono y no sabía si todo estaba bien. Además no tenía ningún recibo, solo un número de referencia que me habían mandado por internet. Menos mal que cuando llegó el bus el chofer enseguida me llamo por mi nombre y no hubo problema. No éramos muchos, solo unos 10, los que íbamos a hacer el recorrido hasta Dunedin o parte de él. El chofer hace a la vez de guía y va comentando con un micrófono los lugares por donde vamos pasando. También paramos en algunos lugares donde hay algo de interés. A veces está a la orilla de la carretera, como dos playas que vimos, una con leones marinos (4) y otra con surfistas y delfines que se paseaban entre ellos, y otras veces había que hacer un pequeño recorrido por un sendero hasta llegar a unas cascadas.




Aquí se aprecia como el viento tumba los árboles y crecen en horizontal




También estuvimos en una zona donde había árboles fosilizados y se veía su estructura perfectamente y había 2 pingüinos jovencitos esperando a que sus papás pingüinos les trajeran comida. Esa zona la cierran al atardecer para que los pingüinos puedan regresar con sus pequeños, ya que si no, al haber turistas por allí, no se atreven a atravesar la zona para llegar hasta sus hijitos.


Esta foto y la que sigue es de un lugar hippie en el que paramos a tomar café

A las 4h de la tarde me dejó el bus en el Albergue de Owaka que es un pueblo perdido con poquísimos habitantes y sin cobertura. Muy tranquilo. Me instalé y fui al super a comprar algo para cenar y desayunar al día siguiente. El mismo autobús me recogerá a las 4 de la tarde del día siguiente.

Esta es una casa que dedica su jardín a las teteras (muy frikis en general)
Nada más
Besos

Rosa